Zona: Primo Spigolo. Tofana di Rozes. Dolomitas
Aperturistas: Ugo Pompanin “Baa” y Albino Alverà “Boni”, 4 de agosto de 1946
Dificultad: V+
Dificultad obligada: V
Longitud: 455 metros
Orientación: Sur-Este
Equipamiento: Semiequipada
Material: 12 cintas, juego de aliens y friends hasta el #3, juego discreto de tascones
Horario: 30’ aproximación, 5h45’ escalada, 1h10’ retorno
Agua: se puede comprar en el refugio Aneglo Dibona

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La simbología utilizada en la topo se puede encontrar aquí.

Aproximación

El camino para ir al pie de vía parte del aparcamiento grande del Refugio Dibona. Cuando aparcamos en éste, se ve la Tofana di Rozes y su Primo Spigolo. Hay un camino marcado que sale del lado opuesto al que hemos llegado con el coche. Seguir el camino hasta casi llegar a una edificación de madera, en el punto donde se separa en varias direcciones y cualquiera de ella es válida y al tener la vía visible es fácil orientarse. A la izquierda podemos ir dirección vía Ferrata Lipella, a la derecha por el camino amplio, hacia el refugio Camillo-Guisanni o, a la derecha por el

camino más estrecho, que no indicaciones. Nosotros elegimos esta última opción. Avanzados unos metros, se distingue un sendero más a la izquierda en un suave valle. Vamos por él y ascendemos hasta que encontramos otro sendero que cruza y que se ve claramente que nos llevará a pie de pared. El pie de vía se reconoce por el impresionante diedro de unos 100 metros de largo.

La Vía

L1 (IV+ – 50m): El inicio es una escalada fácil que se irá poniendo más vertical y con una forma de diedro más marcada. Ir ascendiendo hasta que a la izquierda veamos la reunión. Ojo, que está en la pared de la izquierda y un poco apartada del diedro, pero sobre una cómoda repisa.
L2 (V+ – 50m): Descendemos un poco para volver al diedro. Lo vamos escalando hasta que nos encontramos un bloque que sobresale que se ve desde la R anterior. Algo antes de dicho bloque está la parte más fina del largo. El bloque lo bordeamos por la izquierda y volveremos a meternos en el diedro. Iremos por un terreno más fácil hasta llegar a la R.
L3 (IV – 45m): La mayoría de gente sale hacia la izquierda para después ir hacia la derecha, pero en nuestro caso, salimos rectos desde la reunión. Vamos todo el tiempo rectos hasta llegar a una estrecha repisa que recorre todo el largo de la pared. Fuimos hacia la izquierda, a pie de una especie de diedro tumbado, pero en principio sería más cómodo buscarse alguna reunión algo más a la derecha.
L4 (IV – 50m): Ascendemos por el diedro inclinado y escalamos flanqueando a saco hacia la derecha. Tenemos esa tendencia hasta llegar al espolón. En el momento que estemos en el espolón ascendemos por su filo hasta que la pared se ponga algo más vertical y tenemos pared amarilla a nuestra derecha.
L5 (V+ – 35m): Salimos hacia la derecha y tenemos que recorrer unos 6 metros flanqueando sobre la horizontal. Ojo no irnos por una fisura que se ve desde la reunión. Ascendemos un poco, nos encontraremos una antigua R de clavos. Seguimos flanqueando hacia la derecha, pero esta vez ascendiendo en diagonal. Largo expuesto y pasos psicológicos.
L6 (IV+ – 45m): Ascendemos unos metros hasta llegar a una repisa, nos vamos hacia la derecha hasta encontrarnos con una grieta amplia tumbada con un difícil paso inicial. Ascender por ahí y continuar todo el tiempo rectos. Se irá poniendo cada vez más fácil hasta que lleguemos a una repisa de unos metros de ancho. Tendremos delante de nosotros una pared vertical. Nos acercamos a ésta y sin ascender damos la vuelta al espolón por la izquierda. Nos encontraremos la reunión de un solo parabolt.
L7 (V- – 40m): Desde la reunión ascendemos por un terreno fácil y nos metemos hacia la izquierda por una pared más vertical y atlética; en algún momento casi se parece a una chimenea. Vamos ascendiendo, hasta que nos encontramos una bifurcación, nosotros nos vamos por la izquierda, seguimos escalando hasta encontrarnos la reunión.
L8 (IV+ –35m): Desde la R salimos con tendencia ligera hacia la derecha, pero al cabo de pocos metros nos vamos hacia la izquierda. Ascendemos por el espolón. Si en algún momento no lo vemos claro, ir por la izquierda. A nuestra derecha, sobre una cómoda repisa tendremos la reunión.
L9 (V- – 45m): Desde la reunión vemos una especie de diedro tumbado. Lo recorremos entero hasta llegar a una repisa amplia, seguimos rectos metiéndonos por una especie de chimenea corta. En cuanto salgamos recorrer la pared y en cuanto podamos, meternos a la izquierda donde encontraremos la reunión.
L10 (IV+ – 40m): Salimos rectos desde la R para meternos por un terreno más plaquero. Intentar reseguir el espolón que se irá pareciendo más a una cresta que una pared vertical. En mitad de la ‘cresta’ hay un parabolt. Nosotros montamos R ahí, pero ya se ve el final de la vía que es donde se encuentra en gendarme. Depende del roce de la cuerda podemos pararnos aquí o llegar a final de vía
L11 (II – 20m): Reseguir la cresta hasta el gendarme, es donde a mano izquierda tendremos la última R.

Descenso

Desde la última R se ve el primer hito. Hay hitos en todo el camino de retorno, en principio no hay pérdida. Pasaremos por un tramo expuesto que no tiene pérdida posible e, incluso ahí, seguiremos teniendo hitos. Cuando descendamos, veremos una casa y otras construcciones a nuestra izquierda, descender hasta casi llegar a ellas y meternos hacia la izquierda a buscar el camino. A partir de aquí ya descendemos por el camino o por cualquiera de los atajos que nos encontraremos.

Opinión y experiencia personal

Vía de las más fáciles para subir la Tofana, pero no confiarse porque hay que saber navegar. Para nada recomendable para gente que se esté iniciando en la escalada, ya que les costará encontrar el camino. La roca es excelente, no hay sensación que se vaya a romper nada. Muchísimas posibilidades de colocar material.

Tener especial atención en el quinto largo y en el flanqueo hacia la derecha. Da la sensación de que no puede haber tanto flanqueo hacia la derecha, pero sí, lo hay. No dejarse confundir por una grieta que se ve al inicio del flanqueo.

En la foto no se aprecian bien los largos superiores, vamos recorriendo la pared y metiéndonos ‘hacia adentro’ pero en ninguna de las fotos se puede representar bien. Normalmente las vías semiequipadas indicamos el material, pero en este caso es un caos absoluto. Hay momento que no encontramos con varios pitones seguidos, antiguas reuniones, y largos tramos en los que no hay nada.

Ojo en general con el roce de las cuerdas. En general, en los largos superiores hay muchísimo roce.

Especial agradecimiento a Carlo, un guía que iba en la cordada de detrás. Súper amable y nos chivaba por dónde teníamos que ir.